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viernes, 11 de mayo de 2012

All you need is love.

Subí con una gran compañía por cierto y una vez allí, nos sentamos todos juntos, en lo alto de una colinita, en el césped.
Era algo increíble lo que podía sentir, me sentía libre y al mismo tiempo tenía ganas de salir corriendo y perderme.
Las estrellas me confundían, todas ellas estaban encima de mi y me era imposible explorar la maravillosa luz de cada una. Al fondo, a la derecha, se veía Venus, lo que más relucía en el cielo y también aquella menos luminosa, aquella que nos indica el norte. Nuestro norte.
Podía oler, ver y escuchar cosas que nadie escucharía nunca.
Podía explorar los satélites girando a nuestro alrededor, aquellos que están a tantos kilómetros de nosotros.
Pero lo único que no podía ver en ese momento eran tus labios junto a los míos. Lo único que no podía era ver y olerte a ti. Y eso, era todo lo que necesitaba debajo de un cielo estrellado.